¿Estás cansada de vivir una vida pequeña? Un consejo de uno de los libros más antiguos del mundo
/Mi espiritualidad es fundamental para mí y por lo tanto siempre estoy buscando alimentarla. Siempre estoy leyendo un texto espiritual, y ahora mismo estoy leyendo la biblia (una vez que termine, leeré el Bhagavad Gita, por cuanto solo he leído fragmentos… y pronto terminaré con Un Curso de Milagros (los que lo han leído sabe cuan LARGO es)). Me encanta unir las ideas entre las religiones que existen hoy en nuestro mundo y encontrar el tema común entre todas ellas. Ese tema en común es básicamente mi guía principal.
Hace algunos días en mi ritual de mañana, estaba leyendo el evangelio de Mateo cuando me encontré con la Parábola de los Talentos. Wow. Me detuve por completo. Aquí está para que puedas leerla tú misma, Mateo 25:14-30.
“14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.”
“20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
“24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.”
“26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.”
“29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”
Recientemente hable en la gala del latino community foundation. Aqui comparto algunas fotos del divertido evento!
Espera…¿El siervo que “fue a lo seguro” y regresó a su jefe el dinero intacto fue castigado? ¿Por “ir seguro”? ¿Por “arriesgar poco”? ¿Por actuar desde el miedo? Casi salté de arriba abajo. Yo constantemente lucho con esto. Entre otras cosas, es parte de mi propio “trabajo” espiritual que debo hacer. Tiendo a sentirme culpable cuando elijo no ir por lo seguro o por no arriesgar poco. Empiezo a pensar “no debería perseguir mis sueños… debería ser simplemente feliz con lo que he alcanzado hasta ahora… ¿Qué tal que falle y pierda lo que tengo actualmente? Dios estará enojado si desprecio lo que me ha dado y lo pierdo. Las personas alrededor mío me juzgarán, creyendo que soy codiciosa y una soñadora”. Finalmente tuve algo, escrito en uno de los textos espirituales más antiguos, mostrándome que El Universo, Dios, esa energía más poderosa que nosotros, quiere que actuemos en grande. Quiere que tomemos lo que se nos ha dado y lo multipliquemos, que creemos más abundancia, y no actuemos desde el lugar del miedo. Cada vez que pienso que esta parábola no fue acerca de alguien que despilfarró lo que le había sido dado, sino acerca de alguien que actuó por lo seguro y guardó lo que se le dio para poder regresarlo intacto, estoy asombrada. Y por lo tanto la pregunta que muchos creemos vamos a obtener: “¿Qué hiciste con lo que te di?
Espero que lo anterior finalmente te libere para hacer algo grandioso con aquello que te ha sido dado (¡ha servido para mí!). Es nuestra responsabilidad crear más en nuestras vidas (riqueza, felicidad, aprendizaje, educación, alegría, éxito, logros). Como la parábola, tal vez a la persona a tu derecha se le ha dado más que a ti… y tal veza la persona a tu izquierda se le ha dado incluso más. Tal vez te ha sido dado algo. Algo para tomar y multiplicar, para que puedas crear más abundancia para ti y aquellos a tu alrededor. ¿Qué harás con aquello que te ha sido dado?
Abrazos,
Judith