Por qué nos ponemos a la defensiva y cómo evitarlo
/Reaccionar a la defensiva es probablemente una de las peores cosas que podemos hacer en cualquier interacción y en cualquier relación.
Algunos expertos lo han identificado como un rasgo de personalidad que casi con toda seguridad producirá el rompimiento de un matrimonio. Otros han hablado de cómo es un gran obstáculo para avanzar en las carreras profesionales.
En uno de mis segmentos para Al día con Leticia Mendoza, hablé de las principales razones por las cuales nos ponemos a la defensiva.
Sí, una de las razones es que no nos gusta la sensación de sentirnos “equivocados”.
Otra razón puede ser que queremos salvar nuestro honor y evitar la sensación de vergüenza.
Pero hay un motivo aún más profundo que puede estar bastante arraigado en nuestro interior. Entenderlo puede liberarnos de esta conducta tóxica. Ciertamente cambió mi relación con este comportamiento para siempre. Como siempre, el segmento está en español, ¡así que te invito a verlo!
Mientras hacía trabajo voluntario hace un tiempo, una persona me dijo que había visto un estudio sobre lo que nos ocurría internamente cuando nos ponemos a la defensiva. Aunque yo no estaba enterada de los detalles del estudio, la explicación tenía sentido. Aún más importante, esa explicación cambió mi relación con las actitudes defensivas y me ayudó a reaccionar menos a la defensiva, lo cual en definitiva puede ser una herramienta para el éxito.
La miembro del equipo explicó que ponernos a la defensiva, es la manera que tiene nuestro cerebro de protegernos de todas las realidades, no solo del asunto que estamos tratando. Por ejemplo, digamos que alguien se acerca a ti y te dice que el cielo es verde. Toda tu vida has creído que el cielo es azul. Tú defenderás esta convicción no solo porque lo has creído toda la vida, sino porque si estuvieras equivocado en que el cielo es azul, y fuera en realidad verde, ¿qué más en tu vida es incorrecto? ¿Qué otras creencias tuyas, con las cuales has estado viviendo y tomando decisiones, también son equivocadas?
Puedes ver cómo esto puede conducir a que alguien sienta que su mundo es susceptible de resquebrajarse si una convicción en la que cree firmemente es desmentida. Creer que nuestro mundo es susceptible a resquebrajarse nos hace sentir increíblemente vulnerables. Y cuando nos sentimos vulnerables es cuando somos más propensos a atacar, proteger… y defender.
Hay muchas herramientas y estrategias para evitar ponernos a la defensiva. Como mencioné, podemos aprender a lidiar mejor con la idea de estar “equivocados”. Podemos aprender a sentirnos menos avergonzados en ciertas situaciones. O aprender a lidiar mejor con la vergüenza. Pero este artículo es sobre liberarnos de la sujeción que tenemos con nuestras creencias y tener la agilidad mental de ser más abiertos a las ideas, perspectivas y distintos puntos de vista de los demás. Aún más importante, entender que solo porque una de nuestras creencias no sea correcta, no significa que cada una de nuestras otras convicciones esté bajo la amenaza de no ser válida.
Si lo hacemos, tendremos la capacidad de manejar mejor los temas sensibles con los demás. Imagina lo ricas, felices y pacíficas que podrían ser nuestras vidas si cuando alguien presentara una opinión diferente no necesitáramos defendernos o probar que están equivocados.
Qué puedes hacer TÚ HOY:
- Piensa en un momento en el que reaccionaste a la defensiva con alguna persona
- Permite dentro de tu mente el espacio para considerar que pueden existir perspectivas diferentes a las tuyas. Y que la existencia de ellas no significa que estés equivocado, solo es alguien que piensa distinto. Y que pensar distinto no es algo que produzca vergüenza, sino que quizás es algo que enriquece al mundo. Y que el hecho de que la otra persona piense distinto no te invalida a ti, es solo alguien que piensa distinto. No tiene nada que ver con quién eres ni con todas las creencias que defiendes. Tenemos increíbles ejemplos en la historia de cómo opiniones y creencias distintas han ayudado a la humanidad a avanzar. Quizás tus pensamientos diferentes puedan convertirse en un catalizador para algo más grande, o tal vez sean los pensamientos de la otra persona los que hagan progresar a la comunidad. Lo importante es avanzar como seres humanos y no aplastar estas oportunidades con nuestra actitud defensiva. Es algo difícil de hacer, así que podría tomarte algo de tiempo. Lo que debes hacer por el momento es cerrar tus ojos y respirar profundamente mientras te visualizas a ti mismo decidiendo convertirte en una persona más abierta.
- Reflexiona si tu actitud defensiva es producto de que estás atándote con demasiada firmeza a tus creencias, y empieza a pensar cómo puedes aflojar esas ataduras.
Espero que este artículo te haya servido.
¿Conoces a alguien que se beneficiaría de actuar menos a la defensiva? Comparte este artículo con ellos, o compártelo con tus amigos y familiares para que ellos también puedan empezar a crear la vida que quieren vivir. Como siempre, deja un comentario o pregunta a continuación. Me encantaría saber de ti.
Judith