Cómo tomar el control de tu vida, ahora mismo

Levanta la mano si por momentos sientes que tienes demasiadas cosas que hacer, que las horas del día no te rinden, y es una situación que no parece tener fin. No sé tú, pero yo tengo mi mano levantada ahora mismo.

Hablé sobre esto en uno de mis segmentos de “Alimenta tu alma” en el programa “Al día con Leticia Mendoza”. Como siempre, el segmento está en español, ¡así que te invito a verlo! 

A menudo escucho a la gente diciendo lo ocupada que está. Cuántas responsabilidades tienen y cuán grandes son. Escucho a muchas mamás hablando de lo estresadas que se sienten por todo lo que tienen que hacer en el trabajo y en casa. O por el poco apoyo que reciben de las personas que las rodean, ya sea de sus parejas, familiares o compañeros de trabajo. 

Es muy raro encontrarme con alguien que me diga que todo en su vida está en el lugar correcto y es manejable, y que está disfrutando el ritmo tranquilo y calmado de su vida. El año pasado creo haber escuchado a una persona describir su vida así, ya que recientemente se había jubilado. Aún así, esta persona me explico sobre un problema mayor.  Me compartío sobre la tristeza que sentia por el "vacío" y la soledad de su nueva vida.  Pero ese es tema para otro artículo.

Aparte de esta persona, pareciera que el murmullo continuo que tenemos alrededor se refiere a la falta de tiempo, la cantidad de cosas que hay que hacer, y los increíbles niveles de estrés. Algunas veces pareciera que existiese una competencia sobre quién es “la persona más estresada y agobiada”. A veces me pregunto si esta es una manera de sentirse “importante” en la vida. De nuevo, este será el tema de otro artículo. 

Entonces, ¿hay alguna manera de vivir una vida sana y hacer las cosas que debemos hacer en nuestra vida cotidiana?

El siguiente consejo de uno de mis profesores favoritos de la Escuela de Negocios de Stanford me cambió la vida. Este señor es uno de los más respetados y reconocidos profesores en Stanford, y la simplicidad de sus instrucciones hizo que este consejo pudiera ser puesto en práctica de inmediato… quiero decir ahora mismo, mientras lees el artículo.  Cada vez que empiezo a sentirme agobiada, sigo sus instrucciones. Siempre me han funcionado y nunca me han quedado mal. 

Un día mientras estábamos en clases, mi profesor abordó el tema de los negocios y la continua sensación de agobio que podemos experimentar en la vida. Cuando comentó el tema, fue bastante claro: siempre tendremos muchas cosas que hacer. Eso nunca cambiará. Punto final. 

Él nos aconsejó vernos a nosotros mismos como malabaristas, tratando de mantener en el aire muchas, muchas bolas al mismo tiempo. Los problemas empiezan cuando intentamos mantener todas las bolas en el aire. A lo largo de los años, se irán añadiendo más y más bolas. El matrimonio, los hijos, los ascensos laborales, las actividades comunitarias, los familiares mayores, y la lista sigue y sigue. 

Eventualmente, sin importar cuán rápido podamos mover nuestras manos, será imposible mantener todas las bolas en el aire. Eso producirá no solo agotamiento físico, sino agotamiento mental y emocional, ya que viviremos petrificados de que todas las bolas caigan y se rompan en el momento menos esperado. 

¿Cuál fue el consejo de mi profesor? Identifica cuáles bolas están hechas de goma y cuáles de cristal. Y deja que las bolas de goma caigan. Las de goma rebotarán. Podrás agarrarlas de nuevo. Las bolas de cristal que caigan se romperán en millones de pedacitos y nunca más volverán a ser las mismas.

Qué puedes hacer TÚ HOY:

¿Cuáles son las bolas de goma y de cristal en tu vida? La vida de cada uno es diferente, aunque hay algunos consejos que puedes usar para saber cómo distinguir entre los dos tipos de bolas. 

  • Identifica un momento en el que tu mente, cuerpo y espíritu se sientan agotados por hacer malabares con tantas actividades y responsabilidades diferentes
  • Hazte las siguientes preguntas:

o   ¿Cuáles responsabilidades debes mantener en el aire (bolas de cristal) o en caso contrario, el impacto sería irreversible?

o   ¿Cuáles responsabilidades puedes permitirte dejar caer (bolas de goma) sin sufrir efectos devastadores que te cambien la vida?

  • Deja que las bolas de goma caigan. Ni siquiera lo pienses dos veces, esa atención y energía se la deberías dedicar a las bolas de cristal. 

Cuando sigues las instrucciones anteriores, el estrés que tienes por llegar a tiempo al cumpleaños de tu primo lo empiezas a ver con otra perspectiva. Es una bola de goma; preséntate a mitad de la celebración con una gran actitud y un bonito regalo, y si es necesario, explícales tu aprieto.

¿Esa atención que le estás dando a una discusión una amiga? Dejará de controlar tu mente, permitiéndote ser más creativo dentro de ti para encontrar soluciones y respuestas más rápido. 

¿Algunos ejemplos de bolas de cristal que no debes dejar caer? Tu salud. Tu matrimonio. Ahora he añadido algo más al consejo de mi profesor y he descubierto que hay maneras de que algunas bolas de cristal se vuelvan de goma temporalmente, y escribiré sobre esto en un próximo artículo. Mientras tanto, deja que las bolas de goma caigan cuando lo necesites. Recuerda que ellas siempre rebotarán.

Espero que este artículo te haya servido.

¿Conoces a alguien que se beneficiaría de aprender a distinguir las bolas de cristal de las de goma en su vida? Comparte este artículo con ellos, o compártelo con tus amigos y familiares para que ellos también puedan empezar a crear la vida que quieren vivir. Como siempre, deja un comentario o pregunta a continuación. Me encantaría saber de ti.  

Judith