¿Las cosas no van muy bien? Elige cambiar el juego
/Recientemente, fui llamada para hablar en la graduación de Secundaria Media en la Academia Thomas Edison Charter (TECA). Mientras pensaba qué quería compartir con los alumnos y sus familias, no pude dejar de pensar acerca de mi propio tiempo en esa edad y periodo de vida. El octavo grado fue un año muy marcado para mí, por cuanto fue uno de los más difíciles que recuerdo. Mi familia estaba atravesando una época increíblemente difícil cuando mi madre decidió dejar a mi padre y tomarnos a mi hermana y a mí a mejores y más seguros lugares. Solo llevábamos dos años en los Estados Unidos, por lo que nos sentíamos como migrantes recientes. Y el dinero era muy, muy escaso. A pesar de que las cosas se pusieron un poco más difíciles desde ahí por algún tiempo, hoy soy consciente que he sido capaz de construir una vida hermosa, increíble. La vida de mis sueños, de hecho. Entonces, ¿qué podría decirles a esos estudiantes de octavo grado (80% de ellos latinos) y a sus familias que pudiera ayudarles a crear la vida de sus sueños, independientemente de cualquier circunstancia que puedan tener? Mi mensaje principal: Elige ser quien cambie el juego de tu vida. Aquí está mi discurso:
La primera vez que mi madre se mudó a los Estados Unidos sus primos y hermanas la llevaron a una fábrica de cuero en Nueva York. Ella me contó cómo la entrenaron en un día para hacer zapatos, cinturones, y otros artículos de cuero. También me contó cómo, pensaba todo el tiempo “De ninguna manera”. No me lo tomen a mal, mi madre no fue malagradecida. Ella sabía que ese trabajo era una grandiosa oportunidad para alguien que había crecido en el país contiguo de República Dominicana. Ella solo quería más. Ella quería cambiar el juego. Se mudó de nuevo a la República Dominicana y buscó su manera de trabajar en una compañía principal de telecomunicaciones y en uno de los bancos nacionales. Eventualmente ella migró nuevamente a los Estados Unidos, y desafortunadamente poco tiempo después se encontró siendo una madre soltera muchas veces limpiando casas. Sin embargo, ella era quien cambiaba el juego. Decidió que lo que sacaría adelante a sus hijas sería la educación. Mientras se manejaba en 2-3 empleos al mismo tiempo, empezó a investigar “¿que significaría ir a la universidad en este nuevo país?” Recuerdo nuestros viajes de 4 horas para visitar universidades. El dinero para el combustible era un sacrificio, por lo tanto comer algo en el camino no era una opción. No podíamos ni siquiera pagar en McDonald’s (¡lo cual probablemente termino siendo algo bueno!). Por lo tanto mi madre empacaba sándwiches y termos con jugo, y salíamos en auto a donde teníamos que ir. Caminábamos por las universidades con los ojos abiertos, sabiendo que no teníamos ni idea en lo que nos estábamos metiendo. Tengo que admitirlo, en la Universidad de Cornell tuve un pequeño ataque de adolescente. Recuerdo que le grité a mi madre en el estacionamiento: “¿cómo podríamos visitar una escuela que costaba $45K al año, cuando no podíamos ni siquiera para un McDonald’s?” Mi madre solo me dijo que creyera. Y lo hice. Terminé graduándome de The Wharton School en la Universidad de Pennsylvania y luego pasé 4 años en Finanzas. Luego fui a la Escuela de Negocios de Stanford, y me uní a Bain & Company en su grupo de Private Equity. Hoy, estoy empezando mi propia compañía enfocándome en mejorar el estilo de vida de la comunidad latina. Porque necesitamos cambiar el juego de bienestar para los latinos, mentalmente, físicamente, y espiritualmente. Por lo tanto, hoy les pido a ustedes, graduados, que sean quienes cambien el juego. Sin importar cuales sean sus circunstancias, obsérvenlas y decidan cambiar el juego para ustedes y sus familias. Todo lo que necesitan es creer, trabajar arduamente, y perseverar. Elijan creer en una visión que los eleve hasta su potencial más alto, NO escuchen a nadie que se atreva a limitarlos. Trabajen duro. Y perseveren. Trabajar duro no es suficiente, tienen que trabajar arduamente de manera consecuente, perseverando en cualquier obstáculo, sin dejar que el proceso los derrumbe. Vale la pena. Se los prometo.”
Por lo tanto para ti, mi querido lector, te pido que hagas lo mismo. Si las cosas ahora no van muy bien, elige cambiar el juego. Elige ser quien cambie de juego. Visualiza qué tipo de vida quieres vivir y empieza a dar pequeños pasos hacia ella. Esta es la parte más difícil. Los pasos son tan pequeños, que piensas que nunca llegarás allí. Peor, piensas que todos los días, semanas, meses, años que estarás dando pequeños pasos serán muy duros, muy difíciles, y que el sacrificio que harás no valdrá la pena. Tu propia mente se interpone en tu camino. Puedo decirte que han pasado exactamente 20 años desde que estuve en octavo grado, y casi todos los años han requerido una tremenda cantidad de sacrificio, ¡especialmente los primeros 15 años! Aun así, amo mi vida. Y quiero que tú también ames la tuya. ¡Hagámoslo!
Me encantaría saber tus pensamientos; deja un mensaje a continuación, y si disfrutaste este artículo, compártelo con tus amigos y familia.
Un abrazo,
Judith