Confronta esto y serás LIBRE
/El laberinto de meditacion en el centro de retiro en Sonoma de mi programa de liderazgo. Fueron muchas las veces que lo camine.
Esta es la primera parte de unas series con múltiples partes que cubren mi experiencia en el programa de Liderazgo CTI.
Recientemente terminé mi entrenamiento de liderazgo de 10 meses y tengo bastante que compartir. Es tanto, ¡que necesitare hacerlo en unas cuantas publicaciones! El programa se lleva a cabo en diferentes lugares (España, Carolina del Norte, y California), y tiene como meta ayudar a líderes a tener un impacto más poderoso, positivo y duradero entre las organizaciones, profesiones, familia y comunidad. Aprendí bastante, y me emociona compartir mi experiencia con todos ustedes.
Hay un libro que recopila el programa llamado “The Stake: The Making of Leaders” el cual leí durante mi entrenamiento. Al inicio de uno de los capítulos, hay una frase maravillosa de Eleanor Roosevelt:
“…Cada vez que te encuentras en una situación, aunque puedas pensar en el momento que es imposible y pases por todas las torturas, una vez que te encuentras con ella y la superas, te das cuenta que serás para siempre más libre de lo que jamás hayas sido…Ganas fortaleza, coraje, y confianza con cada experiencia que te encuentras y miras al miedo directo en la cara...El peligro está en rehusarte a enfrentar el miedo…Debes hacer aquello que crees no poder lograrlo.”
Me encanta esta frase. Eleanor Roosevelt realmente nos invita a seguir adelante y nos desafía para enfrentar nuestros miedos, afrontar las situaciones que queremos evitar. Podemos hacer esto, o somos forzados a huir de ellos. No hay nada peor que huir toda tu vida. Simplemente, porque no puedes. Eventualmente tendrás que dejar de huir y enfrentar aquello que crees no poder lograr. (Por ejemplo, enfrentar un miedo en particular, afrontar tal y como es una situación determinada, etc.) Sin embargo, Eleanor Roosevelt nos ayuda a ver que una vez que decidimos haces eso, deja de perseguirnos. Y cualquier cosa que nos persiga, tiene poder sobre nosotros y nos controla. Solo piensa en un simple miedo que puedas tener. Por ejemplo, imagina que tienes miedo de conducir. Tu vida puede ser controlada por esto. No podrías llegar a ciertos lugares porque no tendrías la forma de hacerlo. Los lugares a los que podrías llegar te tomarían dos, tres veces más de tiempo porque tendrías que caminar hasta ellos, o tendrías que tomar transporte público. ¿Es esta la manera en que quisieras vivir tu vida? Este es un ejemplo extremo, pero todos tenemos algo que afrontar.
Por mucho tiempo, yo tuve el miedo de que alguien hablara mal de mí. Mucho de esto era cultural, fui criada con la frase “Qué va a decir la gente” la cual mi familia la decía constantemente. La interioricé tanto, que la idea de alguien hablando mal acerca de mí y arruinando mi “reputación” podría causarme extrema preocupación y ansiedad. Esto podía controlar mis acciones, yo podía hacer muchas veces solo aquellas cosas que pensaba estaban “bien” y eran “correctas”. Recuerdo cómo me mantenía alejada de vivir la vida de la manera en que realmente quería vivirla. Fui libre, solo cuando enfrente este miedo. Las cosas empezaron a cambiar solo cuando fui capaz de afirmar y creer “¡Qué importa lo que las personas digan de mí! Si estoy bien con quien soy, con mis acciones, y con lo que represento, ¡es todo lo que importa!”. No solo tuve que mirar a este miedo directamente en la cara, sino que tuve que enfrentar situaciones y vivir la vida que yo quería vivir, a pesar del miedo de “Qué va a decir la gente”. Y Eleanor Roosevelt tenía razón. Una vez que lo hice, gané una fortaleza, un coraje, y una confianza que son indescriptibles. Ya ni siquiera pienso en ese miedo. Algunas veces aparece pero puedo rápidamente evadirlo y decir “Deja que esta persona hable de mí, ¡dice más de ellos que de mí!”
Piensa en los miedos y situaciones que te controlan actualmente. Tal vez sea el miedo a estar equivocado, o el miedo a volar vía avión. Cualquiera que sea, te invito a escuchar las palabras de Eleanor Roosevelt. Haz un poco a la vez, si es posible un poco al día cada día. Te prometo que, un día, te despertarás y todo será diferente.
Durante los últimos 10 meses, el programa en el que me encontraba me desafío con innumerables cosas con las cuales preferiría no tener que enfrentarme. Haciéndolo, logré empoderarme y crecer. ¡No puedo esperar a compartir más! Me encantaría saber de ti, así que por favor deja un comentario a continuación. Comparte con nosotros: ¿Cuál miedo te gustaría enfrentar para que deje de controlarte?
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Te deseo lo mejor,
Judith