Cómo superar la toxicidad de la culpabilidad

La culpabilidad es una emoción tóxica que cuando toma el control, no solo nos impide disfrutar la vida, sino que también puede destruir todo lo que tenemos en ella. Ella puede volvernos incapaces de funcionar en el trabajo, incapaces de amar a nuestra pareja e hijos, e incapaces de estar presentes para nuestros amigos. Puede lanzarnos a un agujero negro del cual es difícil salir, y mantenernos en un ciclo vicioso y absurdo que por momentos se puede sentir agotador. 

La culpabilidad no es buena. Yo fui criada en un entorno muy católico en República Dominicana (¡hasta mi pre-adolescencia asistí a una escuela de monjas!), y por lo tanto conozco muy bien los problemas que trae la culpabilidad. Y aunque yo amo mi historia, cultura, experiencias y religión, sé que hay mejores maneras de vivir que llena de culpas. En uno de mis segmentos para Al día con Leticia Mendoza, hablé sobre la culpabilidad y algunas maneras de manejarla. Como siempre, el segmento está en español, ¡así que te invito a verlo!

Algunas veces la culpa puede darnos información sobre una acción o incidente en el que nos hemos excedido. Puede decirnos que nos hemos comportado de una manera contraria a nuestros valores. Puede alertarnos de las acciones que debemos tomar para rectificar lo ocurrido, ya sea disculpándonos o haciendo otras cosas. Reflexionar sobre nuestras vidas, conductas y resultados es un ejercicio positivo y puede ser muy enriquecedor cuando se hace rutinariamente. Permitir que la culpabilidad nos controle y se vuelva tóxica no lo es. 

Entonces, ¿cómo y por qué la culpabilidad se vuelve tóxica? Hay muchas razones, pero yo he identificado dos en mi propia misión de erradicar la culpa de mi vida. Si te identificas un poquito con ellas, en un momento compartiré lo que debes hacer para manejar los sentimientos de culpa en tu vida. 

  1. La culpabilidad puede dominarnos cuando no tenemos claros nuestros valores, propósito de vida, y en definitiva, quiénes somos en realidad. En ese caso, la culpa puede ser utilizada por los demás para manipularnos y decirnos cómo deberíamos sentirnos y qué deberíamos hacer y pensar. ¿Alguna vez te ha pasado que alguien ha intentado “hacerte sentir mal” por algo? O en otras palabras, ¿alguien ha intentado avergonzarte? Cuando sabes perfectamente quién eres, qué representas, y por qué tomas las decisiones que tomas, nadie podrá manipularte. Hasta entonces, estás a la merced de otros y sus opiniones. De verdad no quieres vivir así.
  2. La culpabilidad también toma el control cuando nuestro miedo es el que está dirigiendo nuestras vidas. ¿Alguna vez has intentado redimirte con alguien (p.ej., disculpándote, reemplazando un objeto roto, etc.) pero todavía no puedes superarlo? Ya aprendiste tu lección, has tomado las acciones apropiadas para asegurarte de que no vuelva a ocurrir, ¿pero todavía te sientes atormentado? Los miedos quieren que te flageles tú mismo hasta que “pagues” por tus errores, pero este “pago” nunca es suficiente, porque los miedos y la culpa nunca quedan satisfechos. Jamás.

Yo leo y estudio muchas filosofías, maestros y caminos, ya que me parece increíblemente enriquecedor aprender sobre las distintas perspectivas que han ayudado a otros a tener vidas más plenas. Uno de los textos del que he aprendido mucho es “Un curso de Milagros”, el cual dice lo siguiente sobre la culpabilidad: “La culpabilidad siempre es perjudicial. Cualquier cosa que genere miedo causará división… (El miedo) cree que si te castigas tú mismo, eso mitigará el castigo de Dios. Incluso en esto (el miedo / nuestro Ser Destructivo) es arrogante. Le atribuye a Dios el intento de castigo, y luego toma este intento como su propia prerrogativa”. Cuando leí este mensaje quedé impactada. Nuestro Ser Destructivo cree que puede “adivinar” lo que Dios quiere, y que puede y debería administrar este castigo. Increíble.   

Sí, a veces cometemos errores. Pero la mayor parte de ellos se debe a que nuestro Ser Destructivo ha tomado el control. Y aún más importante, debido a que la culpa ha sido previamente usada en nuestras vidas por la religión y otras instituciones para controlarnos y manipularnos, nos sentimos culpables porque estamos acostumbrados a sentirnos culpables. Es una reacción familiar, automática e inconsciente producto de muchos años de condicionamiento. 

Qué puedes hacer TÚ HOY:

  1. Fortalece tu autoestima. Lee libros, escucha podcasts, asiste a charlas y participa en talleres. Haz lo que tengas que hacer para tener más autoestima. Hasta entonces, estarás a la merced de los demás. Yo tengo un curso llamado “Crea la Vida Que Quieres” el cual imparto dos veces al año y que te ayudará a fortalecer tu autoestima. Si te interesa participar, envíame un correo a info@judithduval.com y te haré saber cuándo estará disponible de nuevo. Un verso que siempre me ha ayudado es el siguiente: “tal como es tu deseo es tu voluntad. Tal como es tu voluntad son tus actos. Tal como son tus actos es tu destino”. Cuando tengo la seguridad de que mi deseo es bueno, y que proviene del amor y no del miedo, también tengo seguridad en mi destino definitivo y no permito que la culpabilidad me controle. Cuando tengo seguridad en el deseo que hay detrás de mis acciones, también es menos probable que les permita a los demás usarlas para avergonzarme o manipularme.

2. Debes redimirte si es necesario. Si cometes un error, reconócelo y haz lo que puedas para redimirte. Es posible que disculparte no sea suficiente, pero puedes tomar acciones financieras u otro tipo para resarcir el daño. 

3. Perdónate a ti mismo si has cometido un error. Hasta que lo hagas, tu miedo y culpabilidad dominarán tu vida. ¿Cómo te perdonas a ti mismo? Debes tratar de resarcir el error, pero aún más importante, debes entender y creer que todos los seres humanos cometemos errores en algún punto de nuestras vidas. Tu seguridad vendrá cuando (1) te des cuenta de que eres tan humano como todos los demás y (2) te redimas al máximo de tu capacidad.  

Espero que este artículo te haya servido.

¿Conoces a alguien que está teniendo dificultades con la culpabilidad? Comparte este artículo con ellos, o compártelo con tus amigos y familiares para que ellos también puedan empezar a crear la vida que quieren vivir. Como siempre, deja un comentario o pregunta a continuación. Me encantaría saber de ti.  

Judith